En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de nuestras elecciones, la industria de la moda no es una excepción. La creciente demanda de alternativas sostenibles ha impulsado la innovación en materiales, y uno de los desarrollos más prometedores es el cuero vegetal. Leather Lab, una empresa pionera en este campo, está liderando el camino con su biocuero fabricado a partir de residuos agroindustriales.
El cuero vegano de Leather Lab se destaca no solo por su impacto positivo en el medio ambiente, sino también por su calidad y estética. Al aprovechar recursos que de otra manera se desperdiciarían.
Esta innovación representa un paso significativo hacia una moda más sostenible y responsable, demostrando que es posible combinar estilo y ética sin comprometer ninguno de los dos.
En esta entrevista, conversamos con Gustavo Castillo, quien junto a Jose Ricardo Cachay (ambos profesionales de la UNALM, Facultad de Ciencias), fundaron esta empresa, para descubrir más sobre su viaje, sus desafíos y sus éxitos.
Nos cuentan cómo surgió la idea de crear cuero vegetal, los beneficios ambientales y económicos de su producto, y su visión para el futuro de la moda sostenible.
¿Qué los inspiró a formar esta empresa y enfocarse en la producción de cuero vegetal?
La historia de Leather Lab empieza hace más de 4 años cuando vimos un potencial de emplear los residuos agroindustriales para formar biocueros que puedan ser empleados en la moda sostenible, ya que este mercado está en auge y es uno de los más innovadores en la actualidad.
Nuestra principal motivación fue que cuando egresamos a la universidad quisimos aportar al ambiente mediante un desarrollo que se enfoca en los residuos agroindustriales que son parte de una gran problemática a nivel nacional.
Además sabemos que la moda es una de las Industrias que más contamina a nivel mundial entonces nuestro aporte a la sostenibilidad era doble ya que por una parte reducimos los residuos agroindustriales, pero por otra también estamos impactando positivamente al enfocarnos en el sector de la moda sostenible, entonces lo que hicimos fue direccionar todas las innovaciones que en ese aspecto.
Hasta la fecha de hoy estamos haciendo innovaciones con todos los restos industriales como son cáscara de palta, mango, naranja, tuna y todos los residuos ar industriales para poder procesarlos en un material que sea claramente innovador y que tenga características similares a un cuero tradicional
¿Cuáles son los principales desafíos que han enfrentado al trabajar con este tipo de material cómo los han superado ?
Uno de los principales desafíos que tenemos al manejar residuos agroindustriales es asegurar la calidad de estos en el tiempo, por eso hemos ideado unos procesos que nos permitan acondicionar estos materiales para poder mantenerlos hasta que ingresen a un proceso que tenemos. Otro desafío que tenemos siempre es el tema de que comparan la calidad de un cuero tradicional con un biocuero. Lo que hacemos para esto es validar por pruebas técnicas y asegurar que la calidad sea muy similar o hasta superior a un cuero animal, de esta forma, también fortalecemos lo que corresponde a la comunidad de biocueros porque es una alternativa que es muy sostenible y sobre todo innovadora.
¿Qué ventajas ven en el cuero vegetal en comparación con el cuero tradicional?
La principal ventaja que tenemos al producir los biocueros es que empleamos la materia prima que descartan diversas empresas. Esta materia prima son producto de los procesos que ellos tienen y al final, por ejemplo, en un despulpado de palta obtenemos pepa y cáscara de palta que no van a ser empleados sino dispuestos en residuos o rellenos sanitarios. De esta forma le damos un nuevo uso a estos residuos generando un impacto ambiental positivo, además de que también a comparación con los cueros tradicionales empleamos menos cantidad de agua, no usamos químicos tóxicos y somos 100% biodegradables.
Además, otros beneficios que tenemos son: reducimos la huella de impacto en hídrico en más del 90 %, no empleamos metales pesados, el material es 100% biodegradable y mitigamos el impacto ambiental de todos los residuos agroindustriales que si no se insertan a esta cadena de valor terminarían en el mar o algún lugar que generaría más contaminación.
¿Si tuvieran que empezar desde cero qué cambiarían?
Si tuviéramos que empezar desde cero cambiaríamos el enfoque que le dimos a nuestras innovaciones desde un inicio ya que uno como emprendedor empieza con una idea y se aferra esta idea sin emplear herramientas que te van a identificar un buen mercado.
Nos demoramos alrededor de un año en saber cómo enfocar el emprendimiento y todo eso ha sido extenuante. Creo que a todo emprendedor le va a tocar esa parte y la recomendación sería “rodéense de mentores que vean un mercado y no se aferren a una idea si no tiene un mercado que impacte.” Como innovadores tenemos la capacidad de hacerlo nuevamente y ahora con un enfoque de mercado que va a ser a la larga con más rentable y va a dar más satisfacción no solamente a nivel de desarrollo profesional, sino también para el desarrollo del país.
Planes a futuro
Tenemos la visión de crecimiento ya que actualmente nos encontramos en fase de escalamiento productivo para poder empezar la producción a nivel nacional y, posteriormente, llevarlo a nivel internacional es por eso que actualmente nos encontramos en la búsqueda de financiamiento tanto a nivel nacional como internacional.
Nosotros creemos que la tendencia de moda sostenible va a ser algo que va a durar y va a perdurar debido a que los clientes actualmente valoran mucho lo que es la sostenibilidad de los materiales y de esta forma, con Leather lab y como marca Perú, podemos darles un producto tanto en la moda, en la industria automotriz y en manufactura. Estos son los principales mercados a los que queremos llegar con nuestra innovación
Agradecemos al equipo de Leather Lab por brindarnos este espacio. En UVP apoyamos a los emprendimientos que busquen generar un menor impacto en nuestras acciones diarias, como es el caso de esta empresa, que realiza cuero vegetal a partir de residuos agroindustriales que de otra forma acabarían sin aprovecharse y mitigando el impacto de la industria de la moda con un enfoque más sostenible y amigable con el ambiente, con una alternativa de alta calidad.
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