En los últimos años, alimentarse con opciones saludables, sostenibles y basadas en plantas ha crecido en nuestro país y a nivel mundial.
Considerando esta situación, proyecto Alimentos Por El Planeta (APEP) surge con el objetivo de empoderar a jóvenes estudiantes para que sean agentes de cambio en sus universidades e institutos, promoviendo una alimentación consciente que no solo beneficie su salud, sino también el medio ambiente.
Nos es grato compartir que luego de un año de implementado, APEP ha logrado su primer cambio de menú en una universidad peruana. Este logro se dio en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde la colaboración entre estudiantes, APEP y la cafetería “El Puesto” ha dado como resultado la inclusión de un bowl vegano en su menú.
Este nuevo plato marca un hito en la diversificación de opciones alimenticias dentro de la universidad y es un claro ejemplo de cómo pequeños cambios pueden generar un impacto positivo en la comunidad universitaria. A través de entrevistas con una estudiante voluntaria de APEP y un representante de El Puesto, exploramos el proceso que hizo posible esta transformación y el impacto que ha tenido en la PUCP.
Compartimos la entrevista que nos brindaron, tanto la voluntaria de APEP; Valeria Perez, como el personal de El Puesto
Preguntas a Valeria Perez, voluntaria de APEP
¿Qué te motivó a tomar acción y promover la inclusión de opciones a base de plantas en El Puesto de la PUCP?
El Puesto es una de las concesionarias con la que el directorio Lucet (del cual soy parte), trabaja. Tiene como objetivo brindar un servicio de alimentación saludable en la universidad. Como estudiante, conozco las limitaciones que aún existen para las personas que buscan opciones saludables y, sobre todo, sostenibles con el medio ambiente dentro nuestro espacio educativo. En definitiva, ello fue lo que me motivó a impulsar un proyecto para la diversificación de opciones de comida saludables y sostenibles. Consideré llevar a cabo la propuesta en El Puesto debido a que sus objetivos de brindar opciones alimenticias saludables en la universidad se alineaban con los propósitos del proyecto.
¿Cómo es que APEP te ayudo durante el proceso?
El proyecto APEP fue clave durante el proceso. Tuve un mayor contacto con la comunidad vegana, lo cual facilitó la fase de pruebas del producto, donde la retroalimentación fue crucial para ajustar la propuesta final del bowl vegano. El apoyo constante permitió que la idea no solo avanzará, sino que se refinó para cumplir con los estándares esperados por los consumidores.
¿Crees que esta acción ha incentivado a más estudiantes a probar opciones a base de plantas?
El Puesto, además del último bowl implementado, cuenta con otras opciones veganas que se vinieron comercializando con anterioridad. Considero que todas estas opciones incentivan a la comunidad universitaria a probar opciones a base de plantas, ya que reafirman la idea de que lo “plant based” no tiene que ser aburrido o saber mal.
¿Qué le dirían a otros estudiantes que desean implementar más opciones a base deplantas en sus campus universitarios o institutos?
Iniciativas como estas me parecen muy importantes para la diversificación de opciones alimenticias dentro de nuestras universidades. Les recomendaría impulsar proyectos similares en sus espacios de estudio si tienen la oportunidad de hacerlo.
¿Cuál fue el proceso inicial para acercarse al local y proponer la inclusión de un bowl vegano?
Fuente: Valeria Perez
Preguntas a Catherine Saenz, Personal de El Puesto
¿Cómo se adaptó la propuesta de Valeria en el menú?
La propuesta de Valeria se adaptó bastante bien porque ya teníamos varios de los ingredientes que ella sugería en nuestra estación de Salad Bar. El tofu fue el ingrediente clave que añadió, lo que nos permitió llegar a un público que buscaba esa proteína vegetal.
¿Cuál sería el diferencial de El Puesto?
Hemos estado operando desde 2016 en varios comedores de la universidad. Antes de la pandemia, estábamos en concesiones más grandes, pero, como todos, sufrimos las pérdidas y tuvimos que adaptarnos. Cuando reabrimos en 2022, lo hicimos de manera más cauta, apostando por El Puesto y este espacio en particular, que ya operábamos previamente.
Hicimos un cambio de enfoque, centrándonos en una oferta más saludable, lo que significa comida sin aditivos, fresca y preparada diariamente de manera artesanal. No nos enfocamos en comida dietética específicamente, ya que seguimos incluyendo pan y harinas, pero sí intentamos minimizar el uso de productos procesados y aditivos. Ofrecemos bowls tipo salad bar, sanguchería, postres y menú del día, manteniendo siempre una línea de productos frescos y de elaboración manual.
¿Cómo ve la imagen de la universidad en cuanto a su compromiso con la sostenibilidad?
Creo que todos los que operamos dentro de la universidad contribuimos a su imagen. Tener concesiones que mantengan una línea más saludable y artesanal es positivo. Además, es una oportunidad para educar a la comunidad universitaria a optar por alternativas más saludables, en lugar de alimentos procesados como gaseosas o snacks industriales.
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