Resumen realizado por: Faunalytics | Este es un resumen de un estudio externo | Fecha de publicación: 18 de mayo del 2015
A menudo hay una desconexión profunda y gran diferencia en cómo tratamos a los animales de cría, de compañía y a los salvajes. Usando como referencia una escena en particular del documental Roger and Me de Michael Moore, como punto de inicio – una escena donde unos conejos son vendidos como “mascotas o carne”, este artículo analiza la ética de nuestras percepciones alrededor de las diferentes categorizaciones de animales. El autor aborda el tema observando estas categorías de animales a través del lente de una “ética de cuidado”, y sugiere opciones para actuar éticamente hacia todos los animales salvajes, de compañía y de cría.
La clasificación de animales en categorías tales como “de compañía” o “de cría” es un proceso complejo y confuso, a menudo basado en la historia y condicionamiento cultural más que en diferencias verdaderas en los animales mismos. Por ejemplo, los perros y cerdos son animales domesticados con muchas similitudes en términos de inteligencia y comportamiento. No obstante, son tratados de manera muy diferente por la mayor parte de los humanos. “Hay un acuerdo generalizado en que los animales de compañía deberían contar con sus necesidades básicas cubiertas, y muchos de nosotros pensamos que se debería ir todavía más allá de esa idea, al tratar a nuestros perros como preciados miembros de la familia”, señala el autor de este estudio acerca de ética animal. “Por otra parte, los cerdos, especialmente cerdos usados en granjas productoras, son tratados como meros medios para fines humanos”. Esta es una paradoja que ha ganado una gran cantidad de atención en tiempos recientes dentro de los círculos de protección animal.
El estudio demuestra que la manera en que abordamos la paradoja “mascotas o carne” es muy importante. Específicamente, el autor hace una distinción entre una “ética de justicia” y una “ética de cuidado”. Mientras que la perspectiva de la justicia se centra en buscar capacidades o características de diferentes especies y lo que requieren moralmente de nosotros, la ética de cuidado toma un acercamiento más personal y matizado. “Nuestra reacción de simpatía hacia los animales es moralmente importante, y las relaciones personales donde se muestra preocupación son relaciones morales paradigmáticas”. En otras palabras, nuestras relaciones de cuidado con nuestros animales de compañía (y de dónde vienen esas relaciones), pueden arrojar datos de cómo nos relacionamos con otras especies. El autor reconoce que “la distancia social claramente importa” en cómo evaluamos nuestras relaciones humano-animal. La manera en que pensamos de los animales salvajes o los de cría, nace del principio de cuidado que estamos dispuestos a demostrar a nuestros animales de compañía.
El estudio concluye diciendo que el tener una ética de justicia es importante, pero “no suficiente para saldar cuentas con nuestras responsabilidades morales hacia los animales domésticos”. Las cuestiones éticas que envuelven a los animales de cría deberían no sólo incluir su inteligencia o capacidades, sino también “la naturaleza de las relaciones entre los humanos y estos animales” y lo que les debemos desde una perspectiva de cuidado. “Decir que debemos hacernos cargo de los animales domésticos no significa que los debemos tratar como animales de compañía o como ‘miembros de la familia’. Pero tampoco es suficiente con evitar la violación de los derechos de animales domésticos. Tenemos la responsabilidad de cuidar de ellos”. Dependiendo de cómo se lea, este estudio podría ser visto como un artículo de apoyo para un acercamiento a los derechos animales, o uno que aliente a una perspectiva de protección más convencional. De cualquier forma, este es un debate particularmente importante en materia de protección animal y seguramente lo seguirá siendo por un tiempo.
Resumen original:
Tratamos a los animales de compañía de acuerdo a un conjunto de pautas y a los llamados “animales para carne” con otro conjunto opuesto a pesar de las similitudes aparentemente significativas entre los animales en cuestión. Considero las justificaciones morales ofrecidas por esta incongruencia del trato y muestro que esta paradoja revela un error en nuestro pensamiento moral. Generalmente agrupamos a los animales utilizados en granjas y a los que viven en libertad como sujetos a la ética de justicia y los distinguimos de los animales de compañía, los cuales son sujetos a la ética de cuidado. Alego que los animales usados en criaderos, así como los animales de compañía, deberían ser comprendidos en la misma esfera de cuidados.
Enlace externo: https://www.jstor.org/stable/10.5406/janimalethics.1.1.0046
Autor: Faunalytics:
Enlace al artículo original: https://faunalytics.org/pets-or-meat-ethics-and-domestic-animals/
Faunalytics es una organización de investigación sin fines de lucro que se dedica a ayudar a los animales proporcionando información útil a los defensores de los animales para ayudarles a aumentar su impacto.