En la búsqueda de una alimentación más ética y sostenible, un grupo de estudiantes universitarios de la UNMSM ha emprendido una lucha por la inclusión de opciones veganas en los menús de sus comedores universitarios.
La acción consistió en realizar una demanda legal ante el Poder Judicial, la cual argumenta que la falta de una opción vegana adecuada en el menú del comedor universitario infringe sus derechos a la libertad de conciencia, igualdad y no discriminación, identidad personal, libre desarrollo de la personalidad y pone en riesgo sus derechos a la salud y a la alimentación.
Así mismo, incluye tres aspectos principales:
- Solicitan que la ‘Decana de América’ proporcione una opción apta para personas veganas en su Comedor Universitario, la cual deberá ser validada por un nutricionista especializado en nutrición vegana.
- Establecer un registro de estudiantes veganos
- Reconocer al veganismo como un principio ético protegido por el derecho a la libertad de conciencia.
Esta iniciativa no solo aborda aspectos relacionados con la salud y el bienestar animal, sino que también plantea importantes interrogantes sobre la ética y la responsabilidad ambiental en las instituciones educativas. A través de una entrevista que pudimos realizar a los estudiantes que realizaron la demanda (mantendremos su identidad de forma anónima para no exponerlos más), exploraremos los motivos detrás de esta demanda, los desafíos enfrentados durante el proceso y el impacto que esta iniciativa podría tener en la comunidad universitaria.
¿Qué los motivó a iniciar esta demanda para que el comedor de la universidad cuente con una opción vegana?
Fue principalmente por tres razones. En primer lugar, creo firmemente en que los animales no humanos deberían ser considerados sujetos de derecho. Es una cuestión de justicia y ética para mí. Además, en nuestro país no había habido precedentes previos en cuanto a la alimentación vegana, y sentíamos la necesidad de marcar un precedente para que las futuras generaciones pudieran acceder a esta opción. Por último, quiero destacar que el veganismo no es una dieta, es una posición ética, y creo que es importante educar a las personas sobre esto para combatir la desinformación y el discurso de odio.
¿Cómo describirían el proceso que llevaron a cabo para presentar esta demanda?
Bueno, el proceso fue duro en muchos sentidos, pero también reconfortante en otros. Recibí mucho odio y críticas por parte de algunos miembros de la comunidad, incluyendo mensajes desagradables en redes sociales y la exposición de mi nombre en medios de comunicación. Fue difícil lidiar con eso. Además, la situación económica de muchos estudiantes universitarios hace que acceder a una alimentación vegana sea un desafío, y eso también fue algo que consideramos en nuestra demanda. Pero, por otro lado, fue reconfortante ver el apoyo y la participación de otros estudiantes interesados en el tema.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste durante este proceso?
Durante este proceso, uno de los principales desafíos fue enfrentar el acoso y la hostilidad de ciertos miembros de la comunidad. Mi número de celular fue difundido en un grupo con más de 400 personas, lo que provocó que recibiera mensajes y llamadas no deseadas. Esta situación fue muy desagradable y afectó mi bienestar emocional. Además, tuve que lidiar con comentarios hirientes y ataques personales en redes sociales y en grupos universitarios. Fue difícil mantener la calma y responder de manera respetuosa ante tantas agresiones.
¿Qué impacto creen que tendrá esta iniciativa en la comunidad universitaria?
Aunque no puedo prever el impacto exacto de esta iniciativa, creo que marcará un precedente importante para futuras generaciones. A pesar de los desafíos y el acoso que he enfrentado, sé que estoy abriendo camino para que otras personas puedan acceder a una alimentación más inclusiva y respetuosa con los animales. Espero que esta lucha contribuya a generar un cambio positivo en la percepción de la alimentación vegana y en la promoción del respeto hacia los animales.
Esta iniciativa no solo se centra en la alimentación vegana, sino que también aborda aspectos ambientales y éticos relacionados con el consumo de carne. La disminución del consumo de carne no solo beneficiará al medio ambiente al reducir la deforestación y el uso excesivo de recursos, sino que también promoverá una alimentación más saludable. Es importante destacar que la ONU ha reconocido la importancia de reducir el consumo de carne para abordar la crisis climática. Por lo tanto, esta demanda tiene el potencial de generar un impacto significativo en la comunidad universitaria al crear conciencia sobre estas cuestiones y promover un cambio de comportamiento hacia opciones alimentarias más sostenibles y éticas.
¿Qué tipo de apoyo recibieron por parte de otros estudiantes, profesores o autoridades de la universidad?
Recibí apoyo de diversos sectores de la comunidad universitaria. Mis compañeros del Centro Federado de mi facultad me respaldaron, así como algunos amigos cercanos que se acercaron para ofrecer su solidaridad. Además, hubo profesores que mostraron interés en analizar la demanda de amparo, reconociendo su importancia como un hito significativo. Aunque también enfrentamos críticas y desinformación, el apoyo recibido fue alentador y fortaleció nuestra determinación en esta lucha.
A través de las redes sociales, hemos recibido comentarios positivos y muestras de solidaridad tanto de personas veganas y vegetarianas como de aquellas interesadas en promover una alimentación más saludable y ética. Además, hemos recibido mensajes de profesores interesados en analizar la demanda de amparo, lo que demuestra un respaldo significativo desde el ámbito académico.
¿Creen que esta demanda podría establecer un precedente para otras universidades o estudiantes en el futuro?
Absolutamente. Creemos que esta demanda podría sentar un precedente no solo a nivel universitario, sino también a nivel constitucional al reconocer a los animales no humanos como sujetos de derechos. Además, esta iniciativa ha visibilizado la importancia de considerar aspectos éticos y ambientales en la toma de decisiones universitarias. Hemos notado un interés creciente en otras universidades y regiones por implementar medidas similares, lo que indica un cambio de paradigma hacia una mayor conciencia sobre los impactos del consumo de carne en la sociedad y el medio ambiente.
Creemos que esta demanda puede establecer un precedente no solo a nivel universitario, sino también a nivel constitucional al reconocer a los animales no humanos como sujetos de derechos. Además, ha generado interés en otras universidades y regiones para implementar medidas similares, lo que indica un cambio de paradigma hacia una mayor conciencia sobre los impactos del consumo de carne en la sociedad y el medio ambiente.
¿Qué consejo podrían dar a otros estudiantes que deseen realizar iniciativas similares?
Es fundamental reunir un grupo de personas afines y promocionar la iniciativa. Realizar encuestas, entrevistas, charlas y talleres ayuda a sensibilizar a la comunidad universitaria. Además, es importante estar preparados para enfrentar críticas y no desmotivarse en el camino hacia el cambio. La organización a nivel de masas y la presión mediante actividades como plantones, declaraciones en los medios de comunicación y charlas contribuyen a facilitar el proceso. También es útil recordar que no estás solo en esta lucha y que hay otras personas que están pasando por procesos similares, lo cual puede ser una fuente de motivación para seguir adelante.
Se sugiere abordar el tema desde diversas perspectivas, incluyendo el aspecto académico y científico, además de la concientización masiva. Es importante mantener la esencia de la lucha centrada en los derechos de los animales, mientras se colabora con gremios y se informa a la comunidad sobre la importancia de adoptar opciones alimentarias más éticas y sostenibles. La información es clave para empoderar a las personas y fomentar un movimiento que continúe creciendo y visibilizándose.
Agradecemos a los estudiantes que acpetaron esta entrevista, mantuvimos sus nombres anónimos para no perjudicarlos. Esta demanda de parte de ellos busca mejorar las opciones alimentarias disponibles en sus campus, sino que también plantea importantes reflexiones sobre la ética, el medio ambiente y los derechos de los animales. A través de su lucha, han demostrado el poder de la organización estudiantil y la importancia de abogar por un cambio positivo en sus comunidades educativas. Si bien los desafíos son numerosos, el impacto potencial de esta iniciativa es innegable, y podría allanar el camino para un futuro más inclusivo y consciente en las universidades de todo el mundo.
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