¿Los consumidores confían más en la ciencia o en los comerciales?

Un nuevo estudio arroja luces sobre la forma en que las personas que consumen carnes rojas hacen diferentes tipos de elecciones de alimentos que las personas que comen en su mayoría vegetales. Pista: ¡Es sobre las fuentes en las que confían!

RESUMEN POR: ALEXANDER HOLST | PUBLICADO: JULIO 12, 2019

Un asunto clave para los defensores de las carnes a base de vegetales o a base de células, ha sido la cuestión de cómo hacer que los consumidores acepten estos nuevos productos.  Una mejor comprensión de cómo los consumidores toman decisiones sobre sus alimentos es fundamental, y este nuevo estudio desde Finlandia pretende explorar diferentes motivaciones de consumidores de carnes rojas y de alimentos vegetales, y si sus elecciones de alimentos están influenciadas por distintas fuentes de información. Los resultados clave son instructivos: Los consumidores que comen muchas carnes rojas tienen distintas motivaciones y usan diferentes fuentes para obtener información sobre sus alimentos que los consumidores que comen mayormente alimentos vegetales.

La agricultura animal ha sido reconocida hace mucho tiempo como destructiva para el medio ambiente, y la mayoría de animales criados para la producción de carne viven bajo terribles condiciones en las granjas industriales. Para lograr un sistema de alimentos más sostenible y amistoso con los animales, la producción y el consumo de carne y otros productos animales necesitan reducirse. Las carnes rojas –carne de vacas, cerdos, ovejas y los productos procesados de dichos animales (como salchichas) – son a menudo señaladas cuando se les pide a las personas cambiar a dietas más sostenibles.

Los niveles actuales de consumo de carnes rojas en muchos países occidentales son particularmente dañinos para la salud y dañan el medio ambiente. Sin embargo, en la mayoría de países, el consumo de carnes rojas no ha disminuido drásticamente. Mientras tanto, los productos cárnicos a base de plantas se han vuelto cada vez más sofisticados en imitar el sabor y la textura de la carne proveniente de animales, con una nueva generación de productos cárnicos a base de plantas traídos al mercado  en los años recientes.

Otra alternativa a la carne convencionalmente producida, es la carne a base de células, carne cultivada a partir de células animales pero sin la necesidad de criar y matar animales, que se espera ingrese al mercado en los siguientes años. Los productos cárnicos a base de vegetales y a base de células tienen el potencial de transformar radicalmente los sistemas de comida humanos; reduciendo el daño medioambiental causado por la agricultura animal, mejorando la salud de muchos consumidores, y salvando a millones – si no billones – de animales del sufrimiento perpetuado en las granjas industriales cada año.

Es en este contexto, los investigadores han estado interesados en mejorar nuestro entendimiento de cómo los consumidores eligen sus alimentos. En este estudio, el autor trata de avanzar ese entendimiento analizando las diferencias en cómo los consumidores eligen sus comidas. En una muestra de más de mil participantes fineses llenaron un cuestionario para responder preguntas sobre 8 diferentes aspectos, incluyendo sus actitudes, habilidades, las fuentes de información que usan,  y sus elecciones alimenticias. Los factores evaluados  por el cuestionario incluyen:

  • Habilidad para evaluar información y motivación para buscar nueva información. Lo último es a menudo llamado “necesidad de cognición” en investigación psicológica.
  • Preocuparse por el medio ambiente y la salud como motivaciones para tomar decisión sobre sus alimentos.
  • Influencia de fuentes de información científica y comercial en sus elecciones alimenticias. Fuentes científicas incluyeron guías de dieta oficiales, recomendaciones  de profesionales de la salud, y estudios científicos. Las fuentes comerciales incluyeron comerciales, compañías de alimentos, e información proporcionada en tiendas de alimentos y restaurantes.
  • Consumo de carnes rojas y productos a base de vegetales. Las carnes rojas incluyeron la carne de vacas, cerdos, ovejas, y los productos de carnes procesadas de dichos animales (como las salchichas). Los productos alimentarios a base de plantas incluyen vegetales, nueces y semillas, alimentos integrales, arvejas y frijoles, y productos derivados como el tofu.

El autor utilizó un modelo de ecuación estructurada para estimar la relación entre estos factores y cómo afectan las elecciones de alimentos. Este alcance da resultados sobre el tipo de relación entre dos variables, por ejemplo, el uso de fuentes de información comercial siendo positivamente asociado con un consumo de carnes rojas más elevado.

Los resultados apoyan la hipótesis de que los consumidores con dietas a base de plantas y con dietas a base de carnes rojas utilizan las fuentes de información científica y comercial de forma diferente. Los consumidores que comen muchas carnes rojas  tienden a obtener su información sobre los alimentos desde fuentes de información comerciales. No son tan conscientes del medio ambiente como los consumidores con dietas a base de plantas. Los consumidores con fuertes motivaciones sobre la salud acudieron a fuentes más científicas. En contraste,  las personas que basaron sus elecciones alimentarias en razones medioambientales fueron más influenciadas por fuentes comerciales. El autor señala que este último hallazgo está alineado con investigaciones previas que muestran que el consumismo ambiental tiende a recaer en información de publicidades privadas.

Aunque este estudio proporciona algunos hallazgos interesantes, tiene sus limitaciones. Todos los factores en relación a las elecciones alimenticias de los consumidores fueron medidos preguntando a los participantes acerca de sus propios comportamientos y actitudes. Investigaciones previas sugieren que los reportes acerca de los hábitos alimenticios no siempre concuerdan con los comportamientos reales de los individuos. Una limitación similar está relacionada a las habilidades y motivaciones de los participantes para elegir alimentos, que también fueron medidos preguntando a los participantes. En estos casos, los participantes podrían sobre o subestimar sus habilidades. Con estas limitaciones en mente, los resultados de este estudio siguen ofreciendo conocimientos valiosos para los defensores de los animales, particularmente para enfocarse en canales de comunicación y mensajes para diferentes audiencias. Además, el autor señala que “donde hay abundante información, proporcionar más información a los consumidores acerca de los beneficios de dietas basadas en plantas, no es probable que  sea una estrategia efectiva”. A cambio, él sugiere que las campañas públicas para mejorar las habilidades de los consumidores para identificar información confiable podrían ser más prometedoras.

Enlace externo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0195666318316519

Autor: Alexander Holst

Alexander trabaja para política de cambio en la Unión Europea. Se enfoca en políticas ambientales, sistemas alimentarios sostenibles, y bienestar animal. Anteriormente, él ha trabajado por tres años para combatir el cambio climático en nombre del gobierno alemán en negociaciones internacionales y sobre el terreno en África Occidental. Alexander tiene sede en Bruselas, Bélgica.

Vainio, A. (2019). How consumers of meat-based and plant-based diets attend to scientific and commercial information sources: Eating motives, the need for cognition and ability to evaluate information. Appetite, 138. 72-79.

Enlace Faunalytics: https://faunalytics.org/do-consumers-trust-science-or-commercials-more/

Faunalytics es una organización de investigación sin fines de lucro que se dedica a ayudar a los animales proporcionando información útil a los defensores de los animales para ayudarles a aumentar su impacto.